"Quizá los animales están más adelantaos que los japoneses y que nosotros"
Silvio

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viernes, 30 de julio de 2010

DIMITRIS

El político español viene a ser lo que he decidido clasificar como un "dimitri". Su única obsesión en su carrera es pedir la dimisión del otro.

En Torres de la Alameda están arruinados y los funcionarios no cobran ¡Que dimita el alcalde! Eso, eso, que dimita... como si así fueran a cobrar, no te jode. Y el alcalde, claro: En estos momentos hay que arrimar el hombro y dimitir no entra en los planes para sacar esto adelante. Y vuelta a la noria, así toda la vida.

Y es que eso es algo que me pone de los nervios. Que no digo que no esté justificado en algunas ocasiones pedir la dimisión de un dirigente, pero es que hemos llegado a un punto en España en que el político que gobierna se dedica a sacar partido (en el mejor de los casos, político) y a desprestigiar al contrario, por otro lado, el que no gobierna, a desprestigiar al primero y, al menos una vez cada 15 días o incluso hasta 2 veces al mes, decir a los 4 vientos aquello de "¡que dimitan! ¡que dimitan!". Y así es desde hace años, esté quien esté. Esa es la clase política que tenemos en nuestro país. Todos iguales, sin distinción de colores.

- ¡Alcalde dimita!
- Pero ¿Por qué va mal mi Ayuntamiento? Porque la Comunidad Autónoma -que es del otro- va mal ¡Presidente de la Comunidad, dimita!
Pero claro...
- ¿Por qué va mal la Comunidad? Por que el gobierno central -que es del otro- nos trae por la calle de la amargura... ¡Zapatero, dimita!

Y Zapatero... a sus zapatos.

Y así nos puede dar el sol, oiga; mientras, todos los españolitos de a pie, tan puteados o tan felices como siempre, cada uno esperando un cambio de gobierno o la continuidad, quien sabe, para ganar alguna batalla de esas que salen en la tele pero, en el fondo, para seguir exactamente igual y, a partir del tercer mes de gobierno, empezar a oír de nuevo esos cantos de "dimitris" que tanto me enervan.

Preso de la desesperación, sólo me ha quedado preguntar al sabio y, en su respuesta, he visto claro el futuro político de nuestro país. Tú también puedes probarlo, sólo tienes que entrar, presentarte con tu nombre y preguntarle al rey de los dimitris por "política". Lo verás claro, como yo.

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