"Quizá los animales están más adelantaos que los japoneses y que nosotros"
Silvio

¡Escucha y navega!

martes, 29 de septiembre de 2009

PINTINHO

Nos metemos de lleno en esta sección:
El año pasado hice un viajecito a Portugal durante el que realicé una parada en Coimbra. La parada fue corta, prácticamente medio día para dar una vuelta y visitar su universidad, antes de proseguir con nuestro camino. Si embargo, un paseo fue suficiente para notar que en esta ciudad se respira un ambientillo crítico y de cierto aire revolucionario, generado seguramente en los círculos universitarios. Las pintadas que se veían en las calles contribuían en gran medida a crear esa sensación. Particularmente curiosas, radicales y duras, pero a la vez sensibles, me parecieron unas, pertenecientes a una serie contra el maltrato a la mujer, que se repartían por todas las calles del barrio de la universidad. Aquí tenéis una que elegí para mi archivo.

Algo así como "No hay nada tan sexy como un hombre feminista" (supongo). Me encantaría saber si estas pintadas -había otras bastante más duras, pena no tener fotos- las hizo algún grupo radical feminista, una asociación o quién. Siempre me pareció que el feminismo entendido como antagonista del machismo es también negativo (aunque esa es otra discusión) pero desde luego esta pintada, en ingenio y fondo, me pareció realmente buena.


Además y para terminar, esta pintada tiene algo, un no-sé-qué, que te lleva más allá del mensaje y que hace que la imaginación de uno vuele... ¿Hay algo más sexy que un hombre feminista? Sin duda: Una mujer haciendo esta pintada.


martes, 22 de septiembre de 2009

¿GRATIS?

Metaplasmo: Figura de dicción que consiste en alteraciones que experimentan los vocablos, bien por aumento, bien por transposición de sonidos, bien por contracción de dos de ellos.
En la lista de mi "debe" se encuentra la lectura, desde luego y por desgracia. Paradójicamente, siemrpe tuve gusto por la corrección en el hablar y en la escritura, de hecho en muchas ocasiones he dudado si llevo un hombre de ciencias o de letras en mi interior... Posiblemente y como dijo aquella ("mi niño ha cogido ciencias y letras") sea un poco de ambas.
Sea como sea, siempre he dicho que mi libro favorito es el diccionario y por eso hoy se abre esta sección en este blog. Una sección que comentará cosas desde el punto de vista de nuestra vilipendiada lengua o relacionadas con ella: Incorrecciones, curiosidades, gazapos... qué se yo, lo que se me vaya ocurriendo.
Hoy empezamos con una expresión que se ha vuelto habitual en nuestra cultura y que últimamente me rechina más que nunca, sobre todo porque a mí mismo se me escapa en ocasiones: "Completamente gratis"
Y uno se pregunta si existirán las cosas "medio gratis" o "un poco gratis". Y es que posiblemente sea esta cultura del consumo y de la publicidad, que nos aturde, lo que nos ha llevado a tener que emplear expresiones tan absurdas como esta. Un incesante bombardeo de ofertas, de publicidad cada vez más agresiva, de productos innecesarios, de "asaltos telefónicos" mal llamados "telemarketing" (o algo así), hacen que cada vez desconfiemos más de lo que intentan vendernos. Quizá por eso, cuando realmente nos van a regalar algo es necesario decir que es "completamente gratis", porque nos han obligado a ser desconfiados de inicio.
Por favor, os invito a que desechéis de plano esta expresión, especialmente si por cuestiones de trabajo tenéis que utilizarla habitualmente; yo lo estoy consiguiendo. Poco a poco también intento eliminar en mi entorno aquella de "préstamo gratuito" que, aunque menos, es otra que me gusta mucho.
En resumen: no seáis metaplastas y ofreced cosas gratis, que con los tiempos que corren hacen falta, pero no corráis vosotros más que los tiempos que "completamente gratis" es pasarse de dadivoso... y de listo. Ah, y cuidado con la avalancha que podéis generar, que cuando un español ve un cartel anunciando "gratis" se transforma y se desata, haciendo propio ese gran principio:
"Si es gratis, cueste lo que cueste"

viernes, 11 de septiembre de 2009

TODO POR QUE RIAS

La cara B es una nueva sección del blog del Niño B dedicada a la música en general. Por cierto, poco a poco iremos abriendo todas las secciones que va a tener, de momento, este blog, pero ese es otro tema... A través de la Cara B desfilarán todo tipo de artistas y personajes, por eso, lo que en un principio iba a llamarse "Paranoigas" se queda con su nombre actual, ya que habrá verdaderas paranooigas pero junto a maravillas como la que abre la sección.

Como los duchos en la materia habrán imaginado ya, se trata de Les Luthiers. ¿Por qué empezar con esta agrupación? Pues no necesito más razón que la de que se trata de un grupo sin igual, unos verdaderos genios de la música, el humor y el espectáculo.


Sin embargo, hay otra razón añadida: Se les espera en Madrid en octubre, con su nuevo espectáculo. Ya quedan pocas entradas, pero aún es posible hacerse con alguna. Creedme si os digo que Les Luthiers es uno de esos grupos de los que uno se arrepiente de no haber visto en directo.

Aún a riesgo de quedarme en la superficie, me gustaría presentaros brevemente quiénes son estos argentinos a fin de engancharos -si no lo estáis ya- a su obra. Aunque en realidad se necesita un blog entero para hablar de Les Luthiers, no en vano llevan más de 40 años en activo, han grabado 6 álbumes de estudio (y alguno que otro en directo) representado más de 30 espectáculos diferentes e inventado en torno a 40 "instrumentos informales". Casi nada, vamos allá:

Los orígenes de Les Luthiers se remontan al año 65, en Argentina. En aquellos años, se organizaban festivales de coros/agrupaciones que eran seguidos por mucha gente y en los que participaban nuevos creadores, que empezaban a moverse en el mundo de la música. Un estudiante de arquitectura, Gerardo Masana, reconocido por el resto de miembros como fundador del grupo, participó junto con varios amigos en uno de estos festivales. Su actuación fue aclamada por todo el público que, alucinado, asistió a la interpretación de un pieza compuesta a partir del prospecto de un laxante: La Cantata Modatón (más tarde Laxatón). Inmediatamente llovieron los elogios al rigor musical (una cantata digna de un compositor clásico) y la originalidad de la pieza... y con ello, las primeras propuestas de actuar en otras plazas.

Esta primera formación de músicos se escindió en muy poco tiempo, reuniéndose parte de ellos, de la mano de G. Masana, en "Les Luthiers", si no me equivoco en torno al año 1967. A partir de aquí, la formación ha sufrido algún pequeño cambio a lo largo de su historia, quedando marcada sin duda con la muerte de su fundador en 1973. Sin embargo, este hecho no hizo sino reforzar al grupo, que continuó componiendo y empezó a realizar giras internacionales, que aún hoy no han cesado y que les han hecho ser aclamados en todo el mundo.

En la formación originaria se encontraban Marcos Mundstock, Carlos Núñez, Jorge Maronna y Daniel Rabinovich , todos ellos aún presentes en el grupo. A finales de los ´60 se incorporó Carlos López Puccio, quinto miembro de la actual formación y poco después Ernesto Acher, que perteneció a Les Luthiers hasta 1986. Así pues, durante 2 años, la agrupación llegó a tener hasta 7 miembros.

El nombre lo adoptaron porque un Luthier es un maestro artesano de intrumentos y estos argentinos se han caracterizado desde sus inicios por introducir en sus piezas lo que han denominado instrumentos informales, que son instrumentos musicales fabricados con todo tipo de materiales de desecho o poco convencionales. Desde tubos de cartón hasta una ducha, pasando por bidets, toneles, silbatos ferroviarios o bicicletas, han servido para que estos genios hayan creado instrumentos musicales. A la historia han pasado ya el nomeolbidet, el latín, el tubófono parafínico cromático, la desafinaducha, el yerbomatófono d´amore, la mandocleta, el ferrocalíope... Con ellos y algún que otro "instrumento formal" Les Luthiers interpretan con maestría la música de sus piezas que va desde la cantata hasta el folklore sudamericano, pasando por todo tipo de género.

En cuanto a su estilo, hay que reconocer que Les Luthiers son únicos, son unos verdaderos orfebres de la palabra, con la que juegan una y otra vez con un gusto exquisito. Un humor refinado pero sencillo, ni rebuscado ni muy simple, ni mucho menos zafio como parecen elegir habitualmente los humoristas, particularmente en sus bolos. Eso sí, de vez en cuando, aprovechan sus textos para incluir alguna que otra crítica mordaz, sin perder en ningún momento la elegancia verbal y humorística. Ellos no cambian, desde hace 40 años hacen este humor y sigue siendo una verdader delicia.

Para terminar, no puedo sino dejaros un botón de muestra. No es nada elegido concienzudamente, porque me llevaría meses decidir, simplemente son algunos momentos que me han venido a la cabeza, pero que ilustrarán a la perfección lo que os he contado. Si después de ver esto no te dan ganas de (ir a verles) profundizar en la obra de Les Luthiers, a lo mejor deberías ver menos la tele.











martes, 8 de septiembre de 2009

Garrulismo máximo

Lo de Pozuelo del pasado fin de semana no tiene nombre. Bueno, sí que lo tiene, pero quizá ni siquiera internet sea un lugar apropiado para pronunciarlo.
De verdad que me cuesta bromear con esto, pero tenemos lo que nos merecemos. En esta sociedad del todo vale ya no sorprende que pasen estas cosas, es más, alguno parece que disfruta con este tipo de conflicto social, así hay más carnaza que poner en la televisión a todas horas. La prueba, ayer mismo en el telediario, "jartitos" de poner los videos grabados por niñatos mientras se descojonaban de todo... justo antes de contarnos -en el mismo telediario- que ha empezado una nueva edición de Gran Hermano, con minusválido y todo, oiga. Y es que, como decía Abarca "medio telediario cadáveres y el otro medio, garrulismo máximo".
Insisto, no sé si escribir seriamente al respecto porque podríamos entrar en largos debates y hasta caer en topicazos del estilo de "esto en mi época no pasaba" (me niego a ir por esos derroteros) pero es que llega un momento en que frivolizar con cosas de este estilo da un poquito de miedo.
¿Pero qué nos pasa? Adónde habremos llegado, que hasta el "psicólogo del comité defensor del menor y la fiscalía de no me grites que te denuncio" salía el pobre hombre desencajado diciendo, literalmente: "Ahora tenían que sacar el careto esos que ayer hacían -blablabla...-" ¡Pobre hombre! esa era la imagen más triste de todo el reportaje. ¿Y los padres? "Si los padres no admiten la culpa de sus hijos y señalan a la policía, en este país tenemos un problema" o algo así acertaba a añadir, desesperado. Pues sí, querido amigo, lo tenemos. Y si no vaya a cualquier maestro y pregunte, pregunte...
¿La solución? Qué sé yo, cualquier día de estos, montan un gabinete de crisis y se la preguntan a Belén Esteban.
Si es que se le quitan a uno las ganas...

viernes, 4 de septiembre de 2009

LITORATURA


Hace tiempo que pensé en llamar la atención de la gente sobre un hecho (desgraciadamente)cotidiano que hemos asimilado de tal manera, que apenas reparamos en él, salvo que nos afecte directamente. Las pintadas.


Dejando al margen lo que supone que a uno le pinten su fachada (o lo que sea) las pintadas hoy en día tienen algo casi, que diría yo... romántico. Ya no se hacen pintadas, ahora se hacen graffittis -otro día hablaré de ellos- y los cutres, firman. ¡Hombreee! para hacer eso, cógete una hoja del cuaderno y llénala de firmas, que todos lo hemos hecho alguna vez, como para entrenar la firma (¿?) o como sintiéndonos Iker Casillas firmando autógrafos. El graffitti tiene su aquel, pero firmar... En fin, no nos desviemos.
Antes, se hacían pintadas, se ponía algo con mensaje, se reivindicaba algo o se ilustraba al ciudadano. La pena es que la mayoría de la gente con ganas de hacer pintadas, no sólo tenía la mala leche de fastidiar al propietario de la pared, sino que no tenía ni seso, ni gracia, ni arte al escribir.

Sin embargo, siempre han existido unos cuantos con cierto "age", incluso inteligentes y otros que, precisamente por todo lo contrario, han conseguido que nos quedemos dándole vueltas a su mensaje, a qué oscuro trauma tendría quien lo escribió o intentando imaginar con qué acompaña el perpetrador el forraje que a buen seguro tiene por comida.


Por eso, me he propuesto rescatar a algunos de estos personajes anónimos que sí han tenido -insisto, además de mala leche- la inteligencia, gracia, arte o esa "cosa" que ha hecho que su pintada tenga algo, que llegue a quien la lee, que provoca un sentimiento... aunque a veces sea el de preguntarse qué coño hace uno en este país de pandereta. Pronto, tendremos documentos gráficos que comentar, incluso alguno "incomentable".


Además de pintadas, pasarán por esta sección carteles, anuncios y toda suerte de textos que me encuentre por ahí. Si alguien quiere contribuir no tiene más que enviarme una fotito, por favor, no dudéis en hacello.


Señoras, señores: esto es Litoratura.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

FIESTAS "PATRONALES" O EL EFECTO CABRA (Y 2)

Y es que señores, las peores fiestas, no nos engañemos son las fiestas "patronales" y no me refiero a la onomástica del fundador de la ciudad ni nada de eso... me refiero a esas fiestas en las que existe un patrón comportamental, que parece impuesto por alguien en un sospechoso estado de euforia. Y claro, como lo manda la tradición, pues todos a seguirla. Y cuantos más seamos mejor. Y si vienen de Japón y E.E.U.U. mejor.
¿Alguien ve algún sentido a tirarse los unos a los otros toneladas de loquesea, inundando calles, estampando fachadas y movilizando a medio parque móvil de la comunidad para limpiar después todo ese desaguisado? Pues poca explicación le veo yo salvo un poco del efecto cabra, que decía un amigo y otro poco del famoso efecto atapuerca. El primero responde a la facilidad que tenemos todos para hacer cosas siempre que haya uno delante que dé el paso, el segundo a ese instinto gañán que nos sale cuando celebramos cosas realmente importantes, como que el Mandril ha fichado a Rolando o que el Parchelona ha ganao la copa. Sumando los dos efectos y añadiendo 15.000 litros de vino o 12.000 kilos de tomates, la pandereta está servida y con ella una noticia para rellenar el ya de por sí lamentable telediario.
Pero, en pleno éxtasis "patronal", se alcanza el clímax cuando los proyectiles se terminan y el gusanillo de tirarse cosas empieza a invadir al respetable; es entonces cuando todo vale: nos tiramos las zapatillas, nos pegamos con las camisetas anudadas, nadamos en la papilla de tomate que corre por el suelo en sangrienta estampa... Y encima es noticia, a ver si el año que viene somos más y tiramos 20.000 en vez de 15.000 kilos.
Y digo yo, que por qué ese afán de tirarse alimentos, con la crisis que hay. Los hay hasta que se tiran agua a raudales en pleno madrid -claro que para tirar vino, mejor tirar agua, dirá alguno- el caso es tirarse cosas. No les dará por tirarse monedas de euro, así por lo menos, el que quede sin descalabrar, tendrá para tapar unos agujeritos... Ah, y no nos olvidemos de esas fabulosas fiestas que consisten en observar a cincuenta tios en plena calle, disfrazados de teletubi, tirándose petardos y otra suerte de artilugios ardiendo. Luego hay heridos por quemadura ¡pero que esperaban!
Terminando la temporada de patrones, aparece otra de esas fiestas en la televisión que me llama la atención. Quizá porque ya hemos gastado las camisetas viejas que teníamos para destrozar o quizá porque hasta el fiestero profesional necesita un descanso, en esta ocasión es mucho más sencillo: Se trata de tirar tomates, sí, pero todos al mismo. Y encima le ponemos un nombre chulo para que hasta haya peleas por ver a quién le toca este año recibir.
"Aquí vemos como al Zurracapote, cuya identidad es secreta, le persiguen tirándole tomates por todo el pueblo hasta que consigue trpar la cucaña y cantar el Asturias patria querida comiéndose un polvorón"
Que me lo expliquen. Coño ¿hay que tirarse tomates? y a mí se me ocurre ¿no podrían insultarse? Sería todos mucho más limpio y menos peligroso, si total, la borrachera la van a coger igual. Estaría bien, 50.000 tíos, con sus japoneses y sus estadounidenses, abarrotando las calles de Marmolillos y a la de tres todos a llamarse cosas. Además, cada año se puede hacer temática! Este año todos cabronacos, que el año pasado "político honrado" quedaba muy largo...
Pero no, no hay nada como tirarse alimentos y si no, que se lo digan a los novios, que lo primero que hacen después de darse el sí es recibir una tromba, en el mejor de los casos, de arroz. ¡Qué paella me hacía yo con todo ese arroz! Una de esas de 5 metros de diámetro, en la plaza del pueblo, eh... pero no le echéis tomate, no, que hay que ir guardando para el año que viene.