"Quizá los animales están más adelantaos que los japoneses y que nosotros"
Silvio

¡Escucha y navega!

martes, 13 de marzo de 2012

YOU HAVE 0 FRIENDS

Hoy me ha ocurrido algo curioso.

He ido a tomar café mañanero, como todos los días. Mientras estaba tomando café, con la mente en cosas banales, como ha de ser, se ha sentado a mi lado una persona conocida del barrio. Casi sin hablar pide un café y mientras empieza a azucararlo su hocico va torciéndose y empieza a refunfuñar.

Hay momentos en los que uno sabe que tiene que callarse y seguir elaborando sesudas teorías sobre si el Mandril ganará la liga o si el café sabe distinto con agua del Canal de Isabel II... pero aún así, una fuerza interior se abre paso a través de tu boca para meterte donde no te llaman: "Vaya, que te pasa mujer que refunfuñas tanto, tienes mala cara". Es entonces cuando uno oye cosas. Indignada, ella me contó que un "amigo" (o alguien a quien creía amigo) la había borrado del facebook y que se sentía tan depre como indignada. Sin dejar de mirar y remover distraídamente su café continuó contándome, aún incrédula. Al parecer un insignificante comentario sobre política en el muro de la chica no gustó a su amigo y, ni corto ni perezoso, la eliminó del Facebook. "¿Cómo puede haber gente capaz de hacer algo así?" se preguntaba "¿Qué le he hecho yo para que me trate así?". Cuando en realidad debería preguntarse "¿qué le he hecho yo para que me acepte/solicite ser "amigo"?... En fin, no sé durante cuánto tiempo, pero seguro que por lo menos durante todo ese día estuvo cabizbaja, dándole vueltas al asunto. 


Yo, aún bajo el shock recibido, apuré mi café y marché hacia mi puesto de trabajo cada vez más convencido de mi teoría de los 15 años (el hombre se queda de por vida en los 15 años) y sin saber si dar gracias o preocuparme por mi poco uso de las redes sociales.


Mi colega Luismi ya se cansó de preguntarme que cuándo coño voy a aceptar su solicitud, ahora ya no me lo dice nunca, creo que ha cogido la indirecta; tan solo, de vez en cuando, ataca con el clásico "a ver cuando sacas tiempo para unas cañas, hombre". A mí me sigue gustando más.