"Quizá los animales están más adelantaos que los japoneses y que nosotros"
Silvio

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viernes, 4 de septiembre de 2009

LITORATURA


Hace tiempo que pensé en llamar la atención de la gente sobre un hecho (desgraciadamente)cotidiano que hemos asimilado de tal manera, que apenas reparamos en él, salvo que nos afecte directamente. Las pintadas.


Dejando al margen lo que supone que a uno le pinten su fachada (o lo que sea) las pintadas hoy en día tienen algo casi, que diría yo... romántico. Ya no se hacen pintadas, ahora se hacen graffittis -otro día hablaré de ellos- y los cutres, firman. ¡Hombreee! para hacer eso, cógete una hoja del cuaderno y llénala de firmas, que todos lo hemos hecho alguna vez, como para entrenar la firma (¿?) o como sintiéndonos Iker Casillas firmando autógrafos. El graffitti tiene su aquel, pero firmar... En fin, no nos desviemos.
Antes, se hacían pintadas, se ponía algo con mensaje, se reivindicaba algo o se ilustraba al ciudadano. La pena es que la mayoría de la gente con ganas de hacer pintadas, no sólo tenía la mala leche de fastidiar al propietario de la pared, sino que no tenía ni seso, ni gracia, ni arte al escribir.

Sin embargo, siempre han existido unos cuantos con cierto "age", incluso inteligentes y otros que, precisamente por todo lo contrario, han conseguido que nos quedemos dándole vueltas a su mensaje, a qué oscuro trauma tendría quien lo escribió o intentando imaginar con qué acompaña el perpetrador el forraje que a buen seguro tiene por comida.


Por eso, me he propuesto rescatar a algunos de estos personajes anónimos que sí han tenido -insisto, además de mala leche- la inteligencia, gracia, arte o esa "cosa" que ha hecho que su pintada tenga algo, que llegue a quien la lee, que provoca un sentimiento... aunque a veces sea el de preguntarse qué coño hace uno en este país de pandereta. Pronto, tendremos documentos gráficos que comentar, incluso alguno "incomentable".


Además de pintadas, pasarán por esta sección carteles, anuncios y toda suerte de textos que me encuentre por ahí. Si alguien quiere contribuir no tiene más que enviarme una fotito, por favor, no dudéis en hacello.


Señoras, señores: esto es Litoratura.


2 comentarios:

  1. Uno de esos carteles que siempre recuerdo cuando sale a la palestra este tema es aquel que colocado en la entrada de un pueblo, junto a la carretera, decía algo así como "por favor modere su velocidad, en este pueblo no nos sobran los niños".
    Niño B, esperamos impacientes tus aportaciones y la del resto de pandereteros.

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  2. Todo un clásico, estaría bien tener una foto y mejor aún saber dónde estaba aquel cartel. Iremos aportando, sin prisa, pero sin pausa.

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