Esta tarde he recibido un aporte de mi náufrago preferido (graciaaaas) que es merecedor de publicación automática, aunque repitamos "litoratura" en tan corto espacio de tiempo. Y es que esta sección no había visto algo tan inquietante, tan acongojante, desde los tiempos de Satán (Highway to Cuenca).
Creo que, como en aquella ocasión, poco hay que decir; eso sí, dada la localización de esta foto, bien cerquita de casa, a partir de ahora caminaré por la calle con mucha más cautela...